Hablar en público es un arte, pero si no se domina, crea inconvenientes. Para evitar pasar un mal cuarto de hora, siga nuestros consejos para asegurar su discurso ante el público. Deberías leer este artículo para saber más sobre cómo dominar tu discurso.
La respiración y la articulación: dos factores a dominar
A menudo nos pasa que nos tetanizan delante de una multitud, esto se debe a la ansiedad que provoca este nuevo elemento. La consecuencia es que perdemos los nervios, tartamudeamos o simplemente nos encogemos. El primer remedio para este trastorno es respirar profundamente, para darse un pequeño respiro antes de empezar a hablar. El estrés también crea un problema de dicción que impide que los sonidos salgan de forma audible. Piensa entonces en articular las palabras con la mayor naturalidad posible y sin prisas, por supuesto después de haber recuperado la respiración. En efecto, hablar en público no es una carrera ni un concurso de elocuencia. El objetivo principal de hablar ante un gran número de personas es simplemente transmitir un mensaje. Por lo tanto, dedíquele tiempo a respirar, a pronunciar las palabras y así tendrá éxito en su discurso.
Postura y mirada: para ganar la batalla psicológica
Otros aconsejan bajar la mirada cuando no se está preparado para hablar ante una asamblea importante. Esta solución no te salvará realmente, ya que muestra tu debilidad al mundo. Por otro lado, considere la posibilidad de apuntar a un punto justo detrás de la masa, lo que da la impresión de que está mirando a su público a los ojos. Este truco le devuelve la confianza y permite que el público se relacione con el discurso. Para superar el miedo y alcanzar tu objetivo, adopta una postura con los hombros despejados y el pecho ligeramente arqueado. Los consejos anteriores le harán confiar en su dicción dentro de un grupo.